Cuando llega el otoño a la isla de Mallorca, el paisaje se transforma: los viñedos se tiñen de dorado, la brisa marina recorre las colinas y el suave murmullo de las barricas en la Bodegas Can Vidalet anuncia una nueva estación. Es la época del año en la que las uvas han completado su viaje desde la vid hasta la barrica, y los vinos mallorquines comienzan a madurar, desarrollando nuevas capas de carácter, elegancia y misterio.
El mes de octubre en Mallorca es el momento perfecto para descubrir la belleza y el arte del envejecimiento en roble. En las frescas salas subterráneas de nuestra bodega, las barricas se alinean como centinelas silenciosos, impregnadas de aromas de madera noble que transforman el vino en silencio.
Hay algo casi místico en esta fase de la elaboración del vino en Mallorca. El roble, el tiempo y la paciencia trabajan juntos para moldear el alma del vino, en un proceso que refleja el ritmo del otoño mallorquín: más lento, más profundo y más contemplativo en el corazón de las Islas Baleares.

Qué significa el envejecimiento en barrica
El envejecimiento en barrica es el arte de dejar que el vino evolucione después de la fermentación. En Bodegas Can Vidalet, en el norte de Mallorca, este proceso se desarrolla de forma natural en nuestras frescas bodegas subterráneas, donde la temperatura y la humedad se mantienen constantes.
Allí, los vinos descansan en barricas de roble francés o americano, ganando textura, equilibrio y complejidad aromática con notas de vainilla, cacao y un sutil toque ahumado — aromas que encajan a la perfección con las noches otoñales de Mallorca.
Durante el envejecimiento, los poros del roble permiten que pequeñas cantidades de oxígeno interactúen con el vino, suavizando los taninos y realzando su bouquet. En el silencio de nuestras barricas mallorquinas, el vino “duerme”, ganando profundidad mientras la naturaleza exterior se prepara para el invierno.
El resultado: un vino redondo, elegante y lleno de matices — el compañero ideal para una velada acogedora en Mallorca.
Maridajes de otoño para disfrutar en Mallorca
A medida que las noches se alargan en la isla y el aire se vuelve más fresco, nuestros sentidos buscan calidez, textura y conforto. Los vinos mallorquines envejecidos en barrica son perfectos para acompañar los sabores ricos y terrosos del otoño.

Crema de calabaza con vino blanco envejecido –
Prueba Ses Pedres, un coupage envejecido 15 meses en roble francés (Chardonnay, Prensal Blanc y Malvasía). Sus notas cremosas de roble armonizan con las especias otoñales.

Chocolate negro y vino tinto envejecido –
So del Xiprer, con 19 meses en barrica de roble francés, combina a la perfección con postres de trufa o cacao amargo.

Tabla de quesos con sobrasada y almendras
Productos típicos de Mallorca que encuentran su pareja ideal en Barros de Cecili, 100 % Prensal Blanc, fresco y equilibrado.
Estos maridajes no solo son deliciosos, sino que capturan el misterio, la calidez y la sensualidad del otoño mallorquín en cada sorbo.
La experiencia en Bodegas Can Vidalet
Visitar Bodegas Can Vidalet en otoño es mucho más que una cata de vinos: es un viaje sensorial por el sabor, la historia y el paisaje mallorquín antes de la llegada del invierno. A la luz de las velas, las barricas respiran lentamente; el aire se llena de aromas de madera, mosto y tierra.
Hasta finales de octubre, abrimos nuestras puertas para ofrecer las últimas visitas con cata guiada de la temporada. Después, la bodega entra en su pausa invernal, dedicada a la elaboración y crianza de los nuevos vinos.
👉 Reserva tu experiencia de otoño en Can Vidalet antes del cierre de temporada.
Descubre cómo el roble transforma nuestros vinos, recorre la bodega y y despide el otoño mallorquín con una copa llena de carácter y autenticidad.
