La primavera la savia altera - Can Vidalet

La primavera la savia altera

Cuando llega la primavera, el cuerpo lo sabe y la viña también. El aumento de las temperaturas provoca que la savia adormilada de la vid despierte. Este reinicio de movimiento origina el fenómeno conocido como lloro. 

Tras el proceso más emocional de la vid, aparecen las yemas. Éstas son los órganos de la planta donde se encuentran los brotes, hojas y futuros racimos desarrollados en la brotación y floración

Brotación:

Como su nombre indica, la brotación es la fase en la cual aparecen los primeros brotes de la vid. Este proceso nos muestra las primeras hojas de la planta. Para ello, la yema pasa por diferentes estados: 

1- Punta en verde: 

Es la primera fase que encontramos. Y la distinguimos porque la yema se abre y aparece el primer brote visible. 

2- Hojas incipientes y extendidas: 

En este momento, ya podemos visualizar las primeras hojas de la vid, junto con su propia extensión. 

3- Racimos visibles: 

Con la prolongación de las hojas realizada, el siguiente episodio de la yema nos muestra los futuros racimos de manera visible, también denominados inflorescencias del fruto, o grupo de flores. 

4- Separación de racimos y botones florales: 

Estas fases comprenden la separación de los racimos palpables en la anterior fase, junto con los diferentes botones florales preparándose para el siguiente proceso de la vid: la floración.

Floración: 

La floración nos muestra las flores de nuestro fruto. Y consecuentemente, la cantidad de éste para la próxima cosecha. 

Dependiendo del volumen de futuras uvas, si se observa una excesividad para el óptimo crecimiento de éstas, se realiza un aclareo de manera cuidadosa de los racimos, antes de su maduración. 

Las flores son blancas y pequeñas. Y éstas pueden verse afectadas por el mal tiempo y la lluvia. 

Este período también se subdivide en diferentes etapas: 

1- Inicio de floración: los órganos de la flor quedan al descubierto y los tonos blancos empiezan a ser visibles en la planta. 

2- Plena floración: la maduración de la flor ya está en su máximo auge y se prepara para la fecundación de la flor. 

3- Cuajado: es la fase donde la flor pasa a fruto. Este proceso ocurre de 2 o 3 semanas desde la floración. 

A partir de esta fase, se desarrolla nuestro preciado fruto, pasando por diferentes tamaños de grano hasta su cerramiento. 

Una vez el grano está formado, sufre una pérdida de clorofila y se empieza a teñir según su variedad. El crecimiento de la uva acumula azúcar, pierde acidez y obtiene todas las características de su clase. 

En verano, el fruto es vendimiado. Finalmente, con la llegada del frío invierno, las hojas caen y vuelve a empezar el ciclo sin fin de la viña.