El ciclo de la viña en nuestra bodega en Mallorca - Can Vidalet

El ciclo de la viña en nuestra bodega en Mallorca

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Por fin ha llegado el momento de catar el vino de la añada pasada. Es el resultado de todo un año de dedicación en nuestra viña y bodega en Mallorca. La nariz y la boca del vino nos habla de la tierra donde ha crecido, de la cepa que hemos cuidado, de la bodega que acompaña al vino, de nuestros esfuerzos, de las lluvias, del viento, de la luz del sol, de las noches frías… Nuestra viña en Pollensa nos transmite sus constantes cambios, provocando de esta manera unos paisajes atractivos, a cualquier estación del año con sus diferentes tonalidades.

A principio del año y con el frío, la cepa está inmersa en un dulce sueño que despertará con el lloro. Antes de despertar el equipo tiene que podar. La cepa está invernando, su poda sirve para indicar a la cepa dónde debe crecer para dar la mayor calidad a la uva de Can Vidalet.

 

La primavera despierta a la vida en nuestra viña en Mallorca

La llegada de la primavera es el momento de despertar de la naturaleza. Las horas de sol se alargan y provocan el lloro a las cepas de la viña, dónde se despiertan por la luz del sol y abandonan sus dulces sueños. De sus brazos caen lágrimas indicando que están despiertas, reactivan de esta manera sus mecanismos vitales. Las temperaturas del suelo en nuestra viña en Mallorca llegan a 10 grados, hacen que la savia en estado de letargo empiece a circular. Pasando por un proceso de reposo a uno de actividad. Gracias a este proceso la viña tiene capacidad de recuperarse del frío invernal, absorbiendo agua y elementos minerales del suelo. Involucrando de esta manera las reservas de la propia planta. La circulación hace que la viña vuelva a tener actividad y se prepare para la brotación. Es en el transcurso de la primavera, cuando se produce la brotación, de una yema saldrá el futuro pámpano. Los pámpanos son el conjunto de toda la rama incluyendo las uvas, hojas y zarcillos.

Durante los meses de abril y mayo hay una etapa de crecimiento, donde se ve reflejada en la viña y en su estética. Es cuando se va a producir la floración. Consiste en que las minúsculas flores blancas se abren y serán polinizadas más adelante por los insectos o el propio viento. Una vez fecundadas empezarán a dar lugar a las uvas. La fecundación llega a su éxito con el cuajado. A partir de aquí la uva tiene tamaño de guisante y es con el envero que empieza a cambiar sus colores.

 

Nuestra bodega en Mallorca luce y florece durante el verano

Nuestra viña en Mallorca está en su máximo esplendor de hojas, es en esta época cuando nuestro imparable equipo va a realizar el deshojado, que consiste en quitar las hojas por evitar que el medio sea demasiado húmedo. Es importante el clima de la viña, en nuestro caso tenemos mucha humedad en isla de Mallorca. De esta manera acomodamos a las cepas para que puedan darles los rayos de sol y la brisa marina. Con la llegada del verano y las horas de sol, es cuando se produce el envero en nuestra bodega en Pollensa. Pasando de tonalidades verdosas a colores granates y violetas en caso de las uvas tintas, y con tonalidades doradas – amarillas en uvas blancas.

 

El verano: tiempo de vendimia en nuestra Bodega en Mallorca

Dependiendo del clima, de la floración y de multitud de diferentes factores. La enóloga determina cuando se podrá iniciar la vendimia con los controles de maduración de las uvas. La vendimia es motivo de celebración porqué indica la recogida de la uva, y significa el final del ciclo estacional de la viña. Las uvas son recolectadas a mano y depositadas en cajas de 15 kilos que serán llevadas hasta la entrada de la bodega. Las uvas van entrando en la bodega por la mesa, mientras el equipo de Can Vidalet va seleccionando las uvas manualmente, de la mesa van a la cinta, y por la cinta elevadora caen por la gravedad en la despalilladora, van a parar a la prensa neumática. Obtendremos zumo de uva o mosto. En nuestra bodega en Mallorca la uva será elaborada de una manera u otra según su variedad. El vino cuando llega en boca nos expresa todas las estaciones de la viña, y nos susurra como ha sido acariciado en bodega. Proclamando su máxima expresión en los 3 sentidos: la vista, olfato y sabor.